lunes, febrero 28, 2011

Mare Crisium.

"¿Qué hago aquí?" 
Me pregunté cuando abrí los ojos,
Y pude ver el enorme páramo desolado en que me encontraba.

***

Llega un momento en que te exacerbas, 
En que el violento desespera, 
Y pide a gritos una gotera, 
Por la cual al menos intentar escapar.

Tan grande era mi prisión y más grande aún mi llanto, 
Que ni los muros negros podíanme ayudar a imaginar un cielo infinito, 
Al cual desesperadamente volar.

He aquí que en silencio cierro tanto mis ojos que duele, 
Como si los tuviera abiertos y mirando hacia el sol. 
Traigo a mi mente la más amarga y malograda imagen de esperanza y libertad; 
Y me abrazo a ella como un niño abraza a su abuelo moribundo, 
Trago saliva ácida y caigo.

De pronto un frío antártico me arrebata del letargo, 
Y miro el inexpugnable paisaje a mi alrededor. 
Todo es blanco o negro, incluso yo mismo he perdido el color. 
He perdido también mis ropas y mis cabellos. 
Estoy desnudo y entumido, pero con un ahogado sentimiento de libertad.

Bajo mis pies un polvo negro, y hasta donde la vista alcanza, 
No veo más que esta gigantesca cuenca oscura, 
De la que parezco ser el único habitante. 

Apunto mis ojos hacia el cielo en blanco y negro por materia y estrellas; 
Y una hermosa tierra llena, me alumbra desde lo alto.

¿Me he librado finalmente? pienso triunfante, y luego reflexiono: 
¡Imposible! Sólo me he mudado a una cárcel mayor; 
De la cual soy convicto y carcelero,
Y mi perpetua estancia, me permite desde el lado oscuro o claro, 
Apuntar a la tierra con un dedo ¡Y culparla!

¡Ahora soy yo el que los mira a ciegas!
Ahora soy yo quién jugará a ser Dios en el silencio. 
Ahora soy yo quien podrá juzgarlos y sentenciarlos, 
Para luego sin duda, absolverlos y perdonarlos.

Si tanto quise ser libre, si tanto quise escapar;
Y ahora que puedo darme baños en los mares de la luna, 
¿Qué importa ser completamente límpido o completamente abyecto?

Yo soy su dueño, soy quien borra las huellas y quema las banderas. 
¿Acaso quieren colonizar? ¡Páguenme tributo! 
Por un momento aprendí a ser árbitro y a respirar en el vacío.

Soy un náufrago lunar que viste trajes de piel sin bello. 
Soy el que ve los tonos blancos y negros. 
Soy el que se baña con el polvo de un mar ennegrecido. 
Soy el que piensa que la tierra y el sol hacen una pareja hermosa, 
Soy el que envidia a los terrestres por su hogar y por ser calentados por el sol.

¡Ojalá tuviera al menos leña, para hacer guisa de Fuegö, calentarme,
 Y empezar a contaminar este planeta!

¡Buenas noches tierra!

 Comienza otro día en los interminables mares de la luna...


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Fuegö 2011, Micro Epopeyas.
(Mare Crisium fue escrito el 15 de Julio de 2010)

jueves, febrero 24, 2011

Swapna.

Quiero ser quien vea, quiero ser quien esté: 

Cuando estemos otra vez como este mundo estuvo al principio; 

Para ser el cronista de tan excelsa leyenda, 

Del día en que la naturaleza reclame para ella la tierra

Y cante por fin el canto del descenso de los hombres.




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Fuegö, 2011.

sábado, febrero 12, 2011

Karmakatana.




En su interior siente que algo no anda bien,
Ella siente que algo sobra y algo falta. 
Camina entre la niebla espesa con hedor a tierra húmeda
Y sangre a medio cuajar. 
Ella observa a las sombras juguetonas entre la neblina,
Pero tratar de alcanzarlas es vano 
En medio de tan triste bruma mortecina.


Camina descalza la yerma que a ningún puerto ha de llevar.
Espinas hacen brotar, Inquietas gotitas de sangre 
Que tilitan en medio de tan amargo astillar. 
El cielo llora y con furia centellante ilumina el oscuro camino 
Con rayos que a segundos,
Dejan ver terribles siluetas de fieras vestidas en atuentos, 
De miedo y terror.


La atacan, y ella se defiende y contraataca,
Saca su espada envenenada y cierra los ojos, 
los oídos, las fosas y las fauces. 
Acalla el tacto, calma los pulmones y saborea con gusto
el disgusto de su enemigo. 
Temerario adversario de la voluntad, 
Opulento señor de la discordia, que no logra entender 
Que el poder de quien se defiende no es su fuerza, 
Sino la voluntad de su conciencia.


¡El acto de resistir es fútil! 
Gritan las sombras desesperadas, pero ella no las escucha, 
Mas saborea el aire y espera paciente el fragor de la lucha; 
Eterna refriega que atenta contra el espacio, 
Chispazos desde el cielo en rayos, 
y desde la tierra por obstinados choques de herrumbres, 
Destrozadas y olvidadas urbes, 
testigos de incomprensibles luchas de enemigos invisibles.


¿Qué habremos hecho antes de perder la inocencia, 
Que nos arrojó al foso oscuro de la inconciencia? 


Violencia que nos fue devuelta por el karma,
Por quien ha sido atacada en velo de su calma.
Magullada guerrera del estrépito, soberana madre del trueno
Que ha bajado a este mundo medio ciego y medio muerto; 
El mismo que bajo las nubes negras del exceso, 
Ha olvidado hace decenios el misterioso y legendario
Resplandor del sol.


Corrupta evolución que ha de ser purgada,
¡Exterminada! 
Para poder expulsar como nunca todo aquello que sobra,
¡Y recuperar para siempre todo aquello que falta! 


¡Involución! 


¡Ella lucha contra quienes claman la nueva era de involución! 
Ocultos en infames cúpulas de tóxica contaminación, 
¡Escupen ácido sulfúrico de sus fauces fétidas, 
Contra la capa que abandonada a la injusticia,
Clama por la eterna redención!


La desolación! El desamparo! El infortunio! 


Ella tiene la misión y el deber de la erradicación! 
Tarea autoimpuesta que hace por gusto, no por obligación! 
Ella dará sangre, venas, huesos y carne, 
Por traer de vuelta aquello que hace tanto tiempo se perdió. 
Lucha sin cansancio y sin descanso 
Contra quienes rogan dolientes su desahucio.


Abre los ojos, respira y observa nuevamente, 
Un sólo demonio queda en frente. 
¡El último inquisidor de la inmundicia, 
El macabro portador de la peste! 
Espada de la justicia contra la guadaña de la muerte. 


En cielo se revuelve la espesura,
Los rayos han cambiado su color, 
En rojo se tiñen amarguras, 
retruena el suelo en rededor. 
El último abismo de la infamia 
Ha encontrado al más fiero contendor.
Bañado en lluvia ácida, 
De la última batalla ya se huele el gran fregor.


Este es su universo, este es su infierno. 


Miles de explosiones en bolas de cristal,
Somos sólo células del infinito manto celestial. 
Ella ha llegado a extirpar el cáncer, 
a hacer valer la razón, 
a velar por entendimiento,
A expugnar el negro corazón.


Luego de que el ser humano aniquilara el cielo, 
Gracias al inconciente eufemismo del progreso; 
Cuando la industria y las bombas ahogaron nuestro aire,
Y nos prohibieron el oxígeno y la libertad. 


Cuando nos volvimos vampiros de nuestras propias almas
E involucionamos el ser, 
Ése que se alimenta de calaña a medio descomponer 
Y respira del ácido murmullo, de de un planeta moribundo.
Ahí, donde las almas en pena navegan la ciénaga del espanto, 
Llega ella y nos recuerda con su espada y el filo de su canto.


Cuando convertidos en demonios 
Subestimamos el poder infinito de Natura, 
Que sin mediar palabra baja nuevamente a nosotros
Y nos recuerda que Dios no es la cura.


Que el Universo existe y aunque sea éste el padre, 
¡Es ella su madre y creadora! 
¡Redentora, modeladora, protectora! 
Y cuando nos alzamos en veneno de avaricia y gula, 
¡Es ella también la vengadora!


El último encuentro terminó con la derrota del demonio, 
Que contra Natura perdió la cabeza,
La que bajó rodando a los pies de la portensosa Naturaleza, 
Como era de esperar. 
Y así tengan que pasar otros cientos, miles o millones;
Ella es dueña del tiempo,
Y de todo lo que en su espacio se quiera albergar.


Así, un nuevo mundo Natura ha creado, 
Y listo espera que lo vayamos a habitar...






A contaminar.






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Fuegö, 2011. Micro Epopeyas.

jueves, febrero 10, 2011

Treachery and Curse.


La Traición.


Quiero que sepas hijo de puta que estas líneas las escribo con odio.

Quiero que sepas que cada trazo será un verso de Fuegö y cada línea será un infierno.

Quiero que entiendas que aunque viertas tu agua de traición sobre mi flama, 
Mi brasa será más fuerte y re.nacerá.

Quiero que veas que tu envidia será tu perdición y si no pruebas en esta vida la espada de mi venganza, 
Conocerás mi mano, en el averno.

Quiero que sepas, falso amigo: 
Que tu sangre bañará el funeral de mis enemigos cuando caigas, junto a ellos.

Quiero hacerte entender, que tu podrida astucia será la guillotina de tu calma.

Quiero que sepas que mis palabras serán las balas de tu alma. 

Quiero que sepas hijo de puta que lo que quitas si no lo matas también te traiciona y se desquita.

Te maldigo malparido, por mi ira que ha aumentado y por la paz que he perdido.

De esta maldición serás esclavo y tu vida será tu cadena y tu risa tu condena.

Quiero que entiendas que tu traición nada resuelve, que es mi furia en tu estómago la que todo lo revuelve, 
Porque en esta vida hijo de puta, cierto es que todo se devuelve.

Finalmente quiero que sientas y que veas, que como sombras a tus espaldas serán mis odios y rencores; 
Los que te perseguirán hasta que mueras!

Hasta que en el infierno por fin entiendas, ¡Que si juegas con Fuegö te quemas!



La Maldición.



No existe idioma más delicioso que el español, para escribir una maldición.

¡Mi poesía terrorífica será mi defensa y mis palabras malditas me harán justicia!

Porque yo podré vivir sin aquello que me quitaste, pero;

¿Podrás tú vivir con aquello que yo te he dado? 

Las maldiciones no crecen en las ramas de los árboles. 

Lee esto bien porque esta manzana podrida no caerá en tu cabeza; 

Es una piedra que destrozará tu corazón.

Si te mato en un poema, te condeno a vivir muerto. 

Como he hecho de tu vida tu condena, tu propia vida es mi venganza.

Así he convertido tu libertad en tu prisión y tu alegría serán tus penas. 

Que tu vida sea larga y perpetua tu condena.



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Fuegö, 2011. Poesía Tétrica.

lunes, febrero 07, 2011

María Magdalena.

Desde la calle mira a través del cristal al objeto de su obsesión, la que espera al primero que llegue con el dinero suficiente para hacerla suya. 

Se cautiva con su aspecto a la moda, pone atención a cada detalle; le brillan los ojos al ver su su ropa sexy ajustada, sus tacones altos, su pelo dorado y su mirada angelical. Imagina tenerla entre sus brazos, sostenerla, acariciarla, besarla, protegerla ¡e incluso amarla!... Pero era demasiado el dinero necesario para obtenerla.

La pequeña y pobre Magdalena tendrá que conformarse con seguir deseando aquella Barbie desde la calle, al otro lado de la vitrina.




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Fuegö 2011, Lógica Maldita.