"¿Qué hago aquí?"
Me pregunté cuando abrí los ojos,
Y pude ver el enorme páramo desolado en que me encontraba.
***
Llega un momento en que te exacerbas,
En que el violento desespera,
Y pide a gritos una gotera,
Por la cual al menos intentar escapar.
Tan grande era mi prisión y más grande aún mi llanto,
Que ni los muros negros podíanme ayudar a imaginar un cielo infinito,
Al cual desesperadamente volar.
He aquí que en silencio cierro tanto mis ojos que duele,
Como si los tuviera abiertos y mirando hacia el sol.
Traigo a mi mente la más amarga y malograda imagen de esperanza y libertad;
Y me abrazo a ella como un niño abraza a su abuelo moribundo,
Trago saliva ácida y caigo.
De pronto un frío antártico me arrebata del letargo,
Y miro el inexpugnable paisaje a mi alrededor.
Todo es blanco o negro, incluso yo mismo he perdido el color.
He perdido también mis ropas y mis cabellos.
Estoy desnudo y entumido, pero con un ahogado sentimiento de libertad.
Bajo mis pies un polvo negro, y hasta donde la vista alcanza,
No veo más que esta gigantesca cuenca oscura,
De la que parezco ser el único habitante.
Apunto mis ojos hacia el cielo en blanco y negro por materia y estrellas;
Y una hermosa tierra llena, me alumbra desde lo alto.
¿Me he librado finalmente? pienso triunfante, y luego reflexiono:
¡Imposible! Sólo me he mudado a una cárcel mayor;
De la cual soy convicto y carcelero,
Y mi perpetua estancia, me permite desde el lado oscuro o claro,
Apuntar a la tierra con un dedo ¡Y culparla!
¡Ahora soy yo el que los mira a ciegas!
Ahora soy yo quién jugará a ser Dios en el silencio.
Ahora soy yo quien podrá juzgarlos y sentenciarlos,
Para luego sin duda, absolverlos y perdonarlos.
Si tanto quise ser libre, si tanto quise escapar;
Y ahora que puedo darme baños en los mares de la luna,
¿Qué importa ser completamente límpido o completamente abyecto?
Yo soy su dueño, soy quien borra las huellas y quema las banderas.
¿Acaso quieren colonizar? ¡Páguenme tributo!
Por un momento aprendí a ser árbitro y a respirar en el vacío.
Soy un náufrago lunar que viste trajes de piel sin bello.
Soy el que ve los tonos blancos y negros.
Soy el que se baña con el polvo de un mar ennegrecido.
Soy el que piensa que la tierra y el sol hacen una pareja hermosa,
Soy el que envidia a los terrestres por su hogar y por ser calentados por el sol.
¡Ojalá tuviera al menos leña, para hacer guisa de Fuegö, calentarme,
Y empezar a contaminar este planeta!
¡Buenas noches tierra!
Comienza otro día en los interminables mares de la luna...
******
Fuegö 2011, Micro Epopeyas.
(Mare Crisium fue escrito el 15 de Julio de 2010)