jueves, diciembre 14, 2006

Fósil resplandor.

Parte segunda: “Tempestad”.

Al atardecer, luego de haber sufragado, fuimos a casa, ya que aun teníamos otro asunto. Una vez en ella mi madre (siempre provisora) sacó una botella de champagne que tenía reservada para la ocasión, y alegremente brindamos por el cumpleaños de mi padre, al mismo tiempo que anunciaban por la televisión la inminente victoria de nuestro presidente que en ése momento ya llevaba la aplastante ventaja del 89% de los votos válidamente emitidos, con lo cual se marcaba otro hito en nuestra historia, en la que un candidato en primera vuelta (y última en éste caso) obtuviera tan inigualable resultado. Este hecho hizo subir la moral de la gente casi en el acto, como si la política de a poco cambiara de significado en las personas. Mi padre, en tanto, me contaba que no siempre fue así y que de hecho hacía 20 años atrás se seguía recordando con odio los años oscuros por los que otrora mi país había pasado, tiempos que según me contaba, él no vivió en carne propia, y que tampoco viviría, ya que, según él; Eran otros tiempos. Quizás en eso siempre tuvo razón, de una u otra forma, él nunca vivió tiempos como aquellos, y el destino o el azar se encargaron para siempre que para él, aquellos siempre fueran; “Otros tiempos”.

Recuerdo perfectamente aquél brindis con mis padres, fue la primera vez en mi vida que pude sentir un gusto agradable en el alcohol, y de hecho, es como si aun lo tuviera en mi garganta, como si aun sintiera ese gusto, tan agradable, tan familiar, que siento vivo en mi boca, añejándose y amargándose a medida que avanza a través de mi cuerpo y a través de los años que el mismo ha vivido. A la mañana siguiente del día doce, todo era felicidad, era como si la horrible capa gris que cubría las caras de la gente, de pronto hubiera desaparecido para dar paso a una nueva luz, que irradiaba de cada ciudadano, lo que hacía de pronto olvidar todo lo que fuera de nuestro país sucedía, que hacía de pronto olvidar la terrible sombra negra que a cada movimiento del minutero crecía y se agitaba, desesperada por entrar en nuestro terreno y hacernos recordar aun más allá del terror y la desesperación.

Pero lamentablemente en la vida del hombre, y como ya lo he dicho, la felicidad parece estar predeterminada a una vida corta, ya que esa felicidad de la que he hablado, se disipó completamente sólo un par de meses después de haber visto la luz, para dar paso súbitamente a la más oscura de las incertidumbres. El día Jueves 24 de febrero de 2033, y faltando sólo 5 días para que nuestro presidente comenzara un nuevo ciclo presidencial ocurrió la catástrofe, un hecho tan abrumador y devastador en nuestra historia que hizo colapsar todo medio de comunicación existente, dando origen y libertad a dos palabras que estaban siendo olvidadas de nuestras mentes; Caos y terror. La noticia recorrió el mundo confirmando la catástrofe; “09:11 Hrs. Zona horaria GMT-04:00 Santiago: Misil (origen desconocido)- Destrucción total – Lugar del atentado: Valparaíso – Estimación de bajas civiles: 500.000 – Alerta máxima – Activación del código de seguridad de nivel 3 a las 10:03 Hrs. Zona horaria GMT-04:00 Santiago.”

Es evidente el estado en que quedó sumido el país luego de ésa terrible calamidad. La activación del código de seguridad del nivel 3 era algo que en nuestro país nunca antes se había usado. Cierto es que fue formulado con el fin de ser usado en casos de posibles catástrofes, mas nunca fue necesario ponerlo a prueba y la única vez que la gente vio su “utilización” (o para decirlo con más propiedad, la primera vez que se vio la forma de uso de dicho código) fue en el gran simulacro del año 20’, en que el país entero participó de forma colectiva. Se evacuaron escuelas, se prepararon los hospitales, la gente fue retirada de sus empleos y las calles fueran vaciadas, tratando de mantener en el mayor grado posible la calma, para evitar accidentes. La fuerza pública ocupó cada rincón del país, y las fuerzas políticas hicieron lo suyo ordenando el toque de queda desde las 9:00 PM. Luego fue activado el estado de alerta, (que en el código está a un paso antes del estado de guerra), en el que las fuerzas militares tomarían definidamente el poder hasta pasada la supuesta catástrofe, según lo estipulaba una ley formulada explícitamente para éstos casos. Hecho lo último se prepararía por entero el sistema de defensa y ataque del país, con lo que se pretendía resguardar la seguridad de los ciudadanos y acabar de forma más rápida y limpia con cualquier tipo de amenaza existente.

A pesar de que aquél simulacro fue un éxito, teniendo una cuenta mínima de accidentes y una envidiable rapidez y claridad en la ejecución del ensayo, la acción no fue bien vista por nuestros vecinos, siendo argentina la primera en reaccionar, quejándose por una incitación a la guerra y al uso del miedo como arma estratégica. Dicha pugna comenzó a debilitar nuestras relaciones con ése país, el cual aprovecharía en adelante cualquier tentativa para desprestigiar al nuestro; A lo que claramente nosotros quitamos relevancia porque simplemente no la tenía, ya que el simulacro, si bien causó las ya nombradas reacciones, no fue ejecutado para incitar temor. Luego de acabado el malestar generado por el simulacro se llegó a la conclusión de no volver a ejecutarlo para no agitar más las relaciones con los países vecinos, aparte de aquello se concluyó también que (y en vista a la buena situación por la que atravesaba el país y las buenas relaciones que se mantenían con el exterior) no era necesario ni código ni simulacro de aquellas características, por lo que el primero sería descartado y el segundo no sería repetido. De ésta forma el hecho que causó tanta controversia, fue ejecutado un año, discutido en dos y olvidado en tres. Resultado final; “Paz”.

Ahora queda claro cuanto duró esa paz, y queda claro también cuanto duró el descarte efectuado al código de seguridad, que fue activado por el gobierno, o al menos por una parte de él, no una hora después del “atentado” (como fue catalogado el hecho). Digo “una parte del gobierno” porque fue el senado en mayoría quien a petición de las fuerzas armadas activó el código, a lo que el presidente aceptó, pero no de forma completa, ya que no aceptó ceder el poder a manos de los militares como lo estipulaba el estado de alerta, ya que si bien se aceptó activar por completo el sistema de defensa, para el presidente era inaceptable imponer toque de queda a las personas, dejando a cargo del poder a los militares, lo que acrecentaría el pánico en la sociedad, por una situación extremadamente delicada, que necesitaba ser abarcada con más profundidad, y ser investigada a su vez de forma más organizada, cosa que los militares no harían, ya que, de declararse el estado de guerra (en contra de un enemigo desconocido) los resultados serían aun más devastadores que el atentado mismo.

Recapitulando en el atentado sí, es importante agregar que en un principio se estimó un total de 500.000 bajas civiles, y de hecho con ése número fue conocido mundialmente el hecho, del cual todos ya empezaban a hablar. Pero la verdad es que ése número distaba mucho de la cruda realidad, ya que esa estimación fue formulada de forma apresurada, y además fue manipulada por el gobierno para no crear un pánico mayor en las personas, ya que las cifras reales con el transcurrir de los minutos y las horas fueron elocuentes y por lo demás aplastantes, ya que, conociendo la magnitud del daño y el tamaño de Valparaíso, agregando el gran número de personas que lo habitaban (y a eso sumándole la abrumadora cantidad de turistas nacionales y extranjeros que estaban de visita en el lugar por esos últimos días veraniegos) con cada nueva actualización en los noticieros, los resultados se veían cada vez más desalentadores, confirmando a cada minuto la negrura de la más grande de todas las catástrofes que nuestro país haya alguna vivido vez.

Cada hora que pasaba sólo hacía más grande la incertidumbre, de todo un país agobiado por tan aplastante hecho. La primera acción del gobierno para aclarar los acontecimientos, fue tratar de determinar que cosa lo había provocado, descartándose rápidamente varias de las teorías que afirmaban cosas que, a juicio de muchos eran a lo menos absurdas, llegando sin más demora a la conclusión de que un misil intercontinental nos había golpeado, y que a juzgar por el daño, tendría que haber sido uno con cabeza nuclear; Mas nadie sabía de dónde ni de quién, pero lo que más dolor de cabeza causaba era no saber por qué. De haber sido un misil alguien tenía que haberlo lanzado de alguna parte, y nuestros radares (de la más avanzada tecnología) lo tendrían que haber rastreado, a no ser que nos hubieran lanzado un nuevo prototipo antirradar, que de hecho era lo que más se pensaba y se temía, ya que el que estuviera jugando al tiro al blanco con nuestro país, ya había demostrado tener buena puntería, y a la vez tener con que usarla.

Por lo tanto el paso siguiente del gobierno fue reunirse con el consejo de seguridad de naciones unidas para discutir la situación y encontrar al responsable, aunque esa decisión no fue bien vista por gran parte de la población, la cual, agitada, clamaba desesperadamente por justicia, y a la vez enjuiciaban, culpando sin atraso a cuanto país haya tenido roces con el nuestro, siendo Argentina, Perú y Bolivia los tres primeros en la lista.

Tratando de mantenerse firme en sus actos, el presidente Carlos Andrade, (quien dentro de poco reasumiría nuevamente el poder) hizo un llamado a la calma del país, prometiendo que se haría justicia, una vez que se encontrara al o a los culpables de tan cobarde y despiadada masacre que sólo habría de conseguir juicio y castigo al que lo haya realizado, condenándolo por lo poco, a todas las penas del infierno por sus actos viles, y a todos aquellos que lo hayan apoyado ya sea de forma física, logística, moral, o monetaria, que sepan que no habrá espacio suficiente en éste mundo que resguarde un escondite, para todos aquellos que serán apuntados y finalmente aplastados con el dedo inquebrantable de la ley.

Hecho éste llamado, el que al ser efectuado causó buen efecto en nuestro pueblo, e irremediable miedo en los habitantes de los países vecinos (y digo en los habitantes ya que al haber tanta incertidumbre, ninguna persona del mundo hubiera querido que su país fuera el responsable, por saber las terribles consecuencias que por ello se esperaban) ya que el llamado fue estratégicamente duro, para acabar con cualquier nueva tentativa que el responsable pudiera planear en prontitud, el presidente organizó una junta en la sede de naciones unidas para discutir en persona acerca de la gravedad de lo que había ocurrido. Pero por otra parte, la agitación crecía ahora dentro de nuestras propias fronteras, donde el férreo gobierno que había mantenido el país en pie y a la vanguardia durante tanto tiempo, comenzaba a dividirse, y por consiguiente a desmoronarse, como un barco que zozobra en un mar encolerizado en medio de una tempestad.

Algunos creían que mantener al presidente en el poder era de hecho lo más viable y lo más seguro para la sociedad, ya que actuando con tino y astucia, se encontraría rápidamente al culpable y sería llevado a juicio. Otros postulaban que la mejor opción sería resguardarse en el seno de las armas y declarar el estado de alerta, cediendo el poder por tiempo definido a los militares, y si era necesario, buscar y destruir al o a los responsables de la masacre. Esta lucha interna amenazaba de forma creciente la solidez de nuestro gobierno, y de diluirse por completo, y de que continuaran éstas diferencias, en vez de estar en pie de guerra con el responsable, estaríamos en pie de una violenta guerra civil.

A pesar de que las acciones del presidente por aclarar el hecho con naciones unidas estaban teniendo buena acogida por la mayoría de los ciudadanos y causando buen efecto en los países vecinos, el conflicto interno seguía creciendo lo que provocó que al tercer día de ocurrido el atentado, las fuerzas armadas pidieran formalmente al presidente deponer el poder en sus manos, y que ellos manejarían la situación, hasta acabada la marea oscura que bañaba nuestra tierra. A lo que el presidente nuevamente se opuso, ya que rechazaba terminantemente que nuestro país entrara en guerra, que era lo más probable, si se declaraba el estado de alerta. Luego de eso continuaron las indagaciones y las reuniones con diversos líderes mundiales, y mientras más nos acercábamos al responsable por las vías diplomáticas, más crecía la división en el gobierno y las diferencias ya comenzaban a marcarse incluso en los mismos ciudadanos, que aun con miedo y rencor comenzaban a disputarse la verdad, como si ya se tratara de un juego.

Fue en ése entonces que apareció con más fuerza que nunca la imagen de un hombre, que había mantenido un perfil muy bajo hasta ése minuto de nuestra historia, un hombre que (si se me permite) se puede decir que había estado haciendo nada en su trabajo, pesar de tenerlo, pero como él no había tenido un trabajo específico que realizar dentro de su mismo trabajo, era para la sociedad, prácticamente un desconocido. Hablo nada más ni nada menos que del mismísimo comandante en jefe del ejército, el general Adriano Romero Altamirano, el hombre que había sido elegido por el presidente en persona, y que había jurado ante la patria, la fuerza y la razón, proteger de todo adversario, o adversidad, el patrimonio de nuestra hermosa nación, y dar hasta la última gota de su sangre, antes de que un enemigo, pusiera siquiera un pie en nuestra tierra.

Al aparecer públicamente ésta nueva imagen del poder Chileno, fue como si el país entero hubiera ingerido un calmante, ya que con su imagen altiva y segura, inspiraba a la vez cierta seguridad en la sociedad, al saber que un hombre recto, justo, imparcial e inquebrantable a los prejuicios y la corrupción llevaba el mando de todo nuestro músculo militar, el mismo que nos defendería de cualquier intento de invasión o agresión, y que defendería nuestra causa hasta las últimas consecuencias. Su primer discurso público hizo mucho énfasis en retornar a la calma y la confianza, ya que los tiempos oscuros no durarían mucho, y que de ser necesario él mismo velaría por la seguridad de cada uno de los ciudadanos, no permitiendo que se vuelva a herir de ésta forma nuestro patrimonio y asegurando a su vez y con convicción que las cosas, más allá de lo que habían ido no iban a llegar, concluyendo por tanto que cada ciudadano puede volver a su vida normal sin temor a un futuro oscuro, que no sería tal, ya que se está trabajando duramente para llevar a buen término, lo que no tuvo un buen comienzo.

Luego de citado discurso (al cual sólo me refiero en su parte de mayor relevancia) cambió nuevamente el estado de ánimo de toda la nación, y fue como si otra vez el país se uniera, tal cual como otrora estuviera unido, y es que luego de dichas palabras, dichas a su vez con un tono tan grave como elocuente, el cambio de temperamento no podía ser menor. Demás está decir (aunque insista con esto) que la popularidad que alcanzó el Comandante Romero desde ése punto se fue a las nubes, aunque dicha popularidad estaba destinada a una vida corta, ya que las diferencias que comenzaron a presentarse entre el poder ejecutivo y el poder militar, y que relataré en lo sucesivo, comenzaron nuevamente a dividir al gobierno y en lo consiguiente, a dividir también al pueblo, ya que no debemos olvidar que el presidente Andrade también tenía una acrecentada popularidad, la que comenzó casi inevitablemente (y me atrevo a decir que patéticamente también) a “chocar” con la popularidad del general Romero una vez que comenzaron las nuevas diferencias, las que de a poco hicieron que mucha gente recordara y con recelo agregado, como en tiempos idos el país estaba divido de una manera que era impensada en los nuevos tiempos, ya que prácticamente eran del siglo pasado, y que a comienzos del siglo 21 comenzaron a disiparse, para desaparecer completamente cuando la nación abrazó el bicentenario el año 2010.

Hablo como ya habrán adivinado, los lectores que hayan vivido en aquellos años, de la diferencia ideológica provocada por los frentes que en algún momento de nuestra historia fueron conocidos como “extrema izquierda” y “extrema derecha”, y que tuvieron su apogeo durante la primera dictadura Chilena que transcurrió durante los años 1973 y 1990 y que a su vez tuvo dos grandes íconos; El presidente Salvador Allende (fallecido en el golpe de estado del 73’, y que fue el icono de la antigua “izquierda”) y el general Augusto Pinochet Ugarte (quien falleció por problemas cardíacos a fines del año 2006, y que fue a su vez el icono de la antigua “derecha”) quienes fueron durante ése periodo de tiempo, recordados como verdaderos héroes por sus respectivos “bandos”. Pero como ésa es una historia tanto antigua como delicada, sólo me permitiré rescatar lo citado, como un efectivo ejemplo para plasmar de una forma más fiel, la manera en que nuevamente el país comenzó a dividirse, (y por poco a desmoronarse) y que es parte por lo demás, de la historia que pertenece al tiempo en el que yo he vivido y de la cual puedo hablar con mayor propiedad, por ser parte considerable de mi propia vida, que se vio dura y bruscamente transformada a sus anchas y que de hecho me forjó en el hombre que soy hoy en día, y que con el transcurso de ésta historia, ustedes seguirán conociendo.

Al cuarto día del atentado, (y faltando sólo uno para que el presidente reasumiera el poder) el ejército volvió a pedir al presidente que cediera el poder, y ésta vez fue el general Romero en persona quien hizo el llamado, asegurando devolver la calma al país y por consiguiente devolver el poder una vez acabada la incertidumbre, ya que por fuentes “por confirmar”, se sospechaba fuertemente que la confederación Perú-Boliviana era la responsable del atentado, y por lo demás se culpaba a argentina por prestar el apoyo logístico necesario para llevar a cabo tan despiadado plan en contra de nuestra nación. A éste segundo petitorio consecutivo, el presidente reaccionó rápidamente y con evidente malestar, ya que consideraba una grave falta a la ética del ejército que se le hiciera el mismo petitorio, dos días consecutivos, y que a la vez, prácticamente se pusiera en tela de juicio su razón, al volverle a pedir, lo que tan claramente había rechazado. Por lo demás consideraba, y a pesar de que Perú, Bolivia y Argentina fueran los principales sospechosos, que no era correcto juzgarlos de la forma en que el ejército los quería juzgar, sin tener al menos, una prueba irrefutable.

De esa forma se comenzó a generar un acalorado debate entre el poder ejecutivo y el poder militar, en el que el último por respuesta dijo, en voz del general Romero, que se temía lo peor en caso de no reaccionar más enérgicamente, y terminó postulando el cierre definitivo de las fronteras con los países vecinos, y pasar al estado de alerta, ya que de holgar más la situación, había una gran probabilidad de que volviéramos a ser atacados, por mostrar tanta inseguridad y desorganización, ya que el que nos había atacado, estaba demostrando que podía lograr sus objetivos, fueran éstos cuales fueran. Y como si se estuviera ejerciendo con furia la ley de acción – reacción, por parte de éstos dos poderes, el presidente nuevamente se opuso, y ésta vez terminantemente, luego agregó de forma muy seria que si se le seguía presionando de ésta forma, se vería en la obligación de dar de baja al general Romero de su cargo por tiempo indefinido.

En ése aire de contradicciones y diferencias llegó sin demora el día 29 de febrero de 2033, el día en que se marcaría otra fecha en nuestra historia con el nuevo período gubernamental que asumía nuestro presidente. Mas la fecha parecía estar destinada, (como hacía tiempo el país entero parecía estar destinado) a un desenlace fatal; Justo en el momento que en Santiago se celebraba la ceremonia de juramento (esto cerca de las 10:00 AM), un segundo atentado, de similares características que el primero, azotó duramente el norte de nuestro país, causando muerte y destrucción por doquier. Al igual que el primero, hubieron miles y miles de bajas civiles, y al igual que el primero, nadie pudo notar de donde llegó la muerte, ni quien la envió. Nada, nada de nada hacía notar ni dirección, ni remitente, y ni un porqué del atentado, nadie se atribuía el hecho, ningún país y ningún grupo extremista, y ningún país hacía algo siquiera por los atentados que nuestro país sufrió. Fue de hecho en ése momento que el país entero se dio cuenta de lo abandonado que se estaba quedando; Solo y desmoralizado en un mundo que parecía querer verlo muerto y sus riquezas repartidas.

En el acto el general Adriano Romero Altamirano ordenó una junta con los altos mandos militares en donde discutieron a fondo la situación y llegaron a la conclusión de la inutilidad de la reciente activación parcial del código de seguridad de nivel 3, e inútil sólo, por no haber sido ejecutado a fondo y por entero de una sola vez. La junta militar por tanto decidió frenar las formalidades y ejecutar el código por completo, significando eso que el poder del estado pasaría a manos de los militares, y para evitar una nueva negativa por parte del presidente Andrade, en un comunicado extendido por todos los medios de comunicación que no habían colapsado, se informó al presidente del ultimátum que los militares le entregaban: “Deponer el poder voluntariamente antes de las doce mil horas (12:00 PM) o exponer y arriesgar la vida propia y de los opositores, si su decisión es negativa y decide permanecer en el poder, ya que de rehusarse al presente ultimátum se efectuará un golpe de estado calificado y el consiguiente desalojo de las aulas presidenciales; De rehusarse a esto último, el desalojo será efectuado bajo el poder de las armas, sin importar el perjuicio que eso implique ni las consecuencias que con eso se conlleven”...

Y así sin más, fue como si los tiempos de terror renacieran en nuestra patria, aunque hasta ése punto nada era seguro en un cien por ciento, pero los acontecimientos se estaban desarrollando en un clima totalmente desfavorable, por no tener que usar la palabra “censurable”, ya que sólo el tiempo diría la última palabra y a su vez sólo el tiempo diría quien tenía la razón. Con ése ultimátum cambiaron muchas cosas y con el transcurrir de las horas se modificarían otras tantas, mas lo único cierto es que ésta historia, con todos sus posibles desenlaces, aun estaba lejos de acabar...




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“...Hay que cortar el ducto de alimentación, de un nuevo dictador...” (Sol y lluvia)

Emerson “Ex-Kast” Geissbühler 2006.

viernes, noviembre 24, 2006

Apología.

Pido perdón a todos aquellos que están leyendo mi último cuento, y que probablemente quieran seguirlo leyendo, y bueno, lamento tener que publicar éste post, pero desgraciadamente, y a pesar de que he estado trabajando y el cansancio es mayor, de todas formas he tratado de seguir escribiendo, pero nu pude evitar que sucediera algo inefablemente desventajoso.

Tengo graves problemas en el pc, lo cual asumo con cierta vergüenza, ya que al fin no es el cansancio quien me impide escribir, es la simnple imperfección de la máquina en la que guardo mis cuentos.

Quiero que sepan que trataré de arreglar éste contratiempo, para hacer entrega de la segunda parte del cuento. por su comprensión, muchas gracias.

Siempre suyo.

Emerson "Ex-Kast" Geissbühler.

sábado, octubre 28, 2006

Fósil resplandor.

Parte primera: "Comienzo del eterno atardecer".

¿Cómo nos imaginamos el futuro?, Cuando somos niños y nos hablan de nuestra adultez, ¿Qué nos imaginamos realmente?, ¿Imaginamos acaso lo que nuestra propia imaginación nos dicta, o simplemente imaginamos lo que los adultos quieren que imaginemos?, ¿Cuántas veces lo que en realidad sucede, sucede tal cual como previamente lo habíamos imaginado?, ¿Cómo nos imaginamos el futuro?, Cuantos mares de imaginación navegamos cuando somos niños; Cuantas cosas maravillosas podemos crear con sólo imaginar, pero, ¿Cuántas de ellas llegarán algún día a hacerse realidad?, Y cuando por fin llega el momento de convertirlas a la realidad, (si es que es posible que eso a lo que llamamos "futuro" llegue alguna vez) ¿Son tal cual las habíamos imaginado?. Esperaba hacer tantas cosas maravillosas por mi vida, esperaba hacer en realidad tantas cosas maravillosas por todos a mi alrededor, ayudar a tanta gente, pero ahora que he vivido ese "futuro" que de niño imaginé, y que por cierto no fue como lo imaginé, ahora que puedo mirar atrás y ver mi pasado, tan intacto de maldad, tan puro, tan libre; Puedo darme cuenta de que sin hay algo en ésta vida que ni el dinero ni la opresión nos pueden arrebatar, es nuestra capacidad tan libre de soñar; nuestra ilimitada capacidad de imaginar.

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Mi nombre es Amir Geissbühler Reyes, Nací en Santiago de Chile en la primavera del año 2014. Mi padre era un importante escritor, que mostraba a través de sus historias (la mayoría de ellas de ficción) las crudas realidades por las cuales años antes el país había estado pasando. Quizás era su forma de mostrarle al mundo a través de la ficción, la cruda realidad, una realidad que por cierto ya estaba acabando. Mi madre era una afamada profesora de danza árabe, (de paso he de decir que mi madre también era chilena, pero que desde su niñez había sentido pasión por ese delicioso arte corporal) por lo que mi niñez fue un agradable pasaje por el mundo del arte, el cual amé desde que comencé a conocerlo.

Con respecto a mi país, recuerdo que no todo era tan malo, de hecho, hace sólo diez años atrás, todo era casi (y se me anuda la garganta con volver a usar ésta palabra) "maravilloso". Vivía en un país que lo tenía todo, absolutamente todo. Desde que obtuvimos el desarrollo (sólo dos años después del bicentenario) todo el pasado oscuro de mi país se fue olvidando, y todas las fechas de odio, de a poco se fueron borrando de las mentes de las personas. Nuevas reformas en la salud permitieron el acceso libre de todos los ciudadanos a la misma, y ya casi no era necesario referirse a los "ricos" y "pobres", por el enorme éxito que estaba experimentando el país, debido a varias razones; Conocido fue desde el principio el triunfo de los tratados de libre comercio, sumado años después al éxito de las minas recién abiertas (y la consiguiente re-nacionalización del mineral, lo que permitía ingresos mayores por nuestras exportaciones y menores costos a nivel de importación e impuestos a la misma, debido también a la gran industrialización que de apoco el país iba adquiriendo; La palabra "equidad" fue tomando aun mayor significado en la sociedad.

Aprovechando la abundante geografía fluvial del país, nos permitimos incluso la exportación de electricidad, al abrir nuevas y poderosas centrales hidroeléctricas e incluso algunas nucleares con los ingresos obtenidos de las primeras, que cada año aumentaban. Con éstos ingresos además fue posible construir las grandes plantas petroleras magallánicas, (en los pozos marinos que habían sido descubiertos a principios de siglo) de ésta forma ya no era necesario comprar ese preciado combustible, ahora inclusive, podíamos venderlo.

Con el tiempo la educación también fue impartida de forma gratuita, lo que ayudó al país a obtener ingenieros de categoría mundial, en ámbitos de minería, electricidad, y agronomía. Incluso el nivel de la medicina fue elevado a un nivel de competencia que hizo que incluso Europa se interesara en nuestros médicos. Las cifras de desempleo bajaron en proporción geométrica, y convirtieron de paso a mi país, en el nuevo país de las oportunidades, derrocando en el año 27’ al "sueño americano", poniéndolo en el tercer lugar a escala mundial (por debajo del nuestro que a su vez estaba debajo de china que en el año 15’ fue proclamada como la 1ª potencia mundial en la cumbre del "G9" de ese mismo año).

Tanto éxito a escala de país hizo que bajara la mortalidad infantil e incluso la expectativa de vida se vio aumentada generosamente, cuadruplicando de ésta forma el número de habitantes del país en tan sólo dos décadas. En el año 28’ el "peso chileno" (que ya había incrementado su valor numerosas veces) dio paso al " Cóndor", siendo la segunda moneda más cara del mundo (superado sólo por el "Quin Chino").

De ésta forma y en menos de treinta años, mi país pasó de ser un desconocido en el mapa, a ser una de las potencias más poderosas y rentables del mundo. Con uno de los gobiernos menos corruptos del siglo 21 y la mejor administración de los primeros 30 años del nuevo milenio, llegando a una calidad de vida de sus habitantes que ni siquiera se estimaba en la flamante y nueva "norma ISO 21001" que pretendía en el año 30’ "mejorar" la calidad de vida de los trabajadores y ciudadanos a escala mundial.

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Ahora que he hablado de la estupenda situación económica y moral que atravesaba mi país, (que necesario ha sido para poder seguir narrando ésta historia, y a su vez entenderla), no debe ser difícil imaginar lo bien que vivíamos todos para aquél entonces, pues crecí en un ambiente de igualdad y fraternidad, donde nada nos faltaba, y en donde cada uno podía incluso darse el lujo de elegir que camino tomar, ya que todas las puertas estaban abiertas para seguir construyendo ese sueño, que 30 años atrás, seguía siendo "sólo un sueño".

Pero como todo en éste mundo, jamás puede existir el bien absoluto, sin que haya mal equilibrando la balanza; Y para nuestra desgracia, la pesa del mal parecía estar inevitablemente más cargada que la del bien. He dicho ya, por la gran situación que el país pasaba, pero ésta situación de holgura, a su vez provocó la ruina de ciertos países, y la inevitable envidia de los países vecinos que otrora habían sido incluso avales del nuestro.

En el año 31’ comenzaron los problemas con nuestros vecinos, no se sabe quien dio el primer golpe; Lo que se sabe es que la "Nueva confederación Perú-Boliviana" (Re-creada en el año 26’, para apalear la crisis Económico-Energética que sufrían ambos países) fueron los primeros en reaccionar a la tentativa. Acusaron a mi país ante naciones unidas, por supuestos abusos en los impuestos otorgados a la Electricidad y el Cobre. Aunque aquél intento por desbaratar a nuestro pueblo fue inútil, dejó la puerta abierta para que otros siguieran el ejemplo. A mediados del mismo año Argentina, quejándose por pugnas anteriores, que ya no tenían relevancia, acusó impunemente a nuestro país por un supuesto rearme masivo, con el que se pretendía aplastar a los países vecinos, en una avalancha de odio y terror. En ése momento nos mantuvimos tranquilos por el hecho de que ninguno tenía pruebas para afirmar sus premisas, pero las cosas comenzarían a complicarse.

Brasil, agobiado por la guerra civil que se venía extendiendo hacía cinco años, fue ocupado por Estados unidos en un intento de pacificación, al cual el primero reaccionó con violencia, exigiendo a nuestro país que interviniera a su favor, o de lo contrario se cerrarían los tratados, y la decisión sería tomada como "traición", por lo que la lista de enemigos se comenzaría a engrosar. A esto se decidió permanecer como neutral ante ambos frentes, para evitar holgar la tensión con Brasil, y tampoco enemistarnos más de la cuenta con Estados unidos, que a pesar de todo, aun sería un enemigo poderoso, de tenerlo como enemigo. Con ésta acción Brasil de todas formas nos cerró sus fronteras e incluso sucedió lo inesperado; Estados unidos pidió la renuncia de nuestro país en todos los cargos que tuviera en naciones unidas, por "hacer la vista gorda" a los problemas que necesitaban de su apoyo. Toda esta situación ya tomaba forma de complot en contra de nuestra nación, pero las reales dificultades, aun no se habían siquiera manifestado.

A fines del año 31’ el mundo parecía aprestarse a una locura globalizada, pero llegando el año 32’ nosotros teníamos nuestros propios asuntos. Se acercaban las elecciones presidenciales, en las cuales el mandatario actual llevaba el 87% de las preferencias, y se aprestaba para su re-elección a fines de ése año. Creo (y aseguro) que el año 2032 caló hondo en la memoria de todos mis compatriotas, ya que por alguna razón ése año fue diferente a los demás, había cierto aire en el ambiente, cierta suerte de patriotismo acrecentado de forma abrupta y fuera de lo natural; Ya no había tanta calma en los corazones, las gentes caminaban por las calles con una extraña excitación, entre la euforia y el temor, y las aguas de la indiferencia, ya comenzaban a agitarse, para dar lentamente el paso a la turbiedad. Recuerdo aquél año como el último año en que vivimos en completa paz y en completa libertad, recuerdo ése año como el último en que el amor fue el gobernante y la felicidad primera dama, recuerdo ése año y con tristeza; Como el último año de mi vida.

Y por fin llegó el día Domingo 12 de diciembre de 2032, luego de esperarlo con cierta amargura por saber todo lo que sucedía fuera de nuestras fronteras, éste era un día extraordinariamente especial por tres razones; Primeramente estábamos tranquilos porque sabíamos que nuestro presidente, Don Carlos Andrade Rodríguez, sería re-elegido, y que sabría controlar tan bien como lo había hecho en otro tiempo, cualquier situación adversa que pudiera venir en un futuro cercano. Por otra parte ésta votación tenía especial significado en mí, personalmente, al tratarse del primer sufragio de mi vida, al cual me encaminaba con seguridad y determinación. Pero sin lugar a dudas, lo que más recuerdo con alegría y cierta melancolía, es que ése día, era el día de cumpleaños de mi padre, el cuál me dijo esa misma mañana que "al atardecer estaríamos festejando, por tres razones muy importantes"...
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KAST - The halfman 2006... "El futuro no es como lo imaginamos, es como lo construimos..."

miércoles, octubre 18, 2006

"Entrada 30"

Hola a todos los que nunca me abandonaron, incluso en mis tiempos de vagar en la horrible oscuridad del silencio.

Quiero que sepan que no he muerto, y que en algún tiempo más volveré a habitar mi blog, con un nuevo cuento, en el cual estoy trabajando desde ya.

Lamento no poder visitar sus blogs, pero por situaciones de la vida que ahora no puedo pronunciar, no he podido acercarme a estos sitios, y ahora inclusive, el tiempo es algo que escasea.

Eso es todo lo que puedo permitirme decir en éste momento, si es que por destino o por azar han llegado aquí otra vez, y han visto éste humilde escrito (que conmemora el trigésimo post publicado) os saludo cordialmente, y les pido un poco más de paciencia, porque como todos los vientos, y todas las lluvias que llegan tras largos años de sequía, yo les prometo, seguir su ejmplo, y ahora les juro que volveré.


Todo suyo solemne, Emerson Ex-Kast Geissbühler.... "The Halfman".


2006.

viernes, enero 13, 2006

Recuerda, Hombre... (3ª y última Parte)

El trabajo en la perfumería, en el cual duré por más tiempo que en cualquier otro en el que hube trabajado desde mi "día D", fué el más fructífero que tuve; Me brindó grandes ganancias, y a pesar de muy merecidas, yo quería más.

Si quería cumplir mis objetivos, tenía que ser aún más ambicioso, y para hacerlo, necesitaba ahora mi propia perfumería, que sin duda, sería el negocio, que me llevararía de vuelta casi por completo a mi vida anterior. Para lograr esto ya tenía el dinero suficiente, por la vida austera y casi avara a la que me había sometido desde que me puse a trabajar, y como ya había llevado a la delantera un negocio así, no sería difícil volverlo a hacer; Mas había un pequeño bache en mi camino.

Para seguir recordando a mi amada, debía mantenerme alejado lo más posible de todas auqellas personas que algún recuerdo me habían atribuido, porque de mantenerme cerca o bien podía acercarme más a ellas (o incluso enamorarme de ellas), o bien sus facciones de a poco irían confundiéndose con las de mi amada al punto de olvidarla y ahora por completo. Si tienen un recuerdo, éste con el tiempo se va deteriorando; La mente es traicionera, agrega o quita cosas casi a voluntad, y nosotros no podemos evitarlo. No tenemos el poder de separar por completo nuestra memoria de nuestra imaginación, asi lo que no tenga una, lo complementará la otra, y es así como nuestros recuerdos con el tiempo se van degenerando, y por último si no hay nada que nos haga recordarlos tal y como eran; Los perdemos para siempre. Si bien hay detallados estudios realizados a la memoria, que postulan su capacidad de "retención" (o capacidad para guardar información) como ilimitada, o infinita si se prefiere, es la capacidad de "evocación" (o el recuerdo propiamente tal) la que es muy limitada, y puede estropearse fácilmente. Por eso debía mantenerme alejado de ellas, para no entremesclar facciones, yo necesitaba las facciones de mi amada intactas, y para hacerlo, debía recordarlas y luego "congelarlas" en mi mente, sin otras intervenciones.

Decidido, y ahora como un círculo vicioso de llegadas y escapadas, tomé todo lo que por derecho me correspondía y abandoné, no con poco esfuerzo, ese tan cálido lugar que me dió "la" oportunidad de surgir. Caminé con el temple siempre frío y con el recuerdo intacto, no podía olvidar esos ojos, ni esos labios, porque teniendo siempre el sonido de su voz y el perfume, ya me faltaban no muchos detalles para reconocer a mi amada (en el caso de tenerla en frente). Lo demás sería sólo reconstruir el pasado destruido, que bien valía la pena reconstruir.

Luego de serias y algo agotadoras negociaciones con empresarios, agentes bancarios, notariales, tipos fiscales de por aquí y por ahí, logré por fin todo lo necesario para instalar mi perfumería. Como yo mismo creaba los perfumes basándome en toda la sabiduría de una "dinastía perfumera" y agregando por poco, cada sentimiento fememino, cada detalle, y cada "necesidad" (por muy rebuscada que ésta fuera), no me fue difícil hacerme de exclusivo público y (casi) derrocar a mis más férreos contendores. La vida que ahí pasé, a pesar de no serme difícil, el hacer nuevos amigos y amigas, fue más bien solitaria en mi afán de no olvidar a mi amada, y esa quietud, hizo que la misma fuera algo aburrida, inclus tediosa si se prefiere, sin salir de lo monótono de levantarse en la mañana, ganar dinero y volverse a acostar, por lo que no mucho relataré de ésta esquiza situación.

Casi me habría transformado en un viejo huraño o tacaño de seguir así, si no hubiera sido por la tercera mujer con la que sentí esa "melancolía", una vez llegada ésta. Cuando la sentí con ella casi quise esquivarla por completo; Mas sabía que si lograba (y por tercera vez) que una mujer me entregara un recuerdo más, ya podría por poco, recordar a mi amada completamente, y así toda ésta enfermiza situación vería finalmente su fin.

El caos que un recuerdo conlleva (y me refiero a mi situación), es algo que me incomoda sobremanera, y ya he dicho de la manera en que llegaban dichos recuerdos, por lo tanto, sólo diré de esto, que la mujer que me hizo sentir esa melancolia era pelirroja, de un vívido color cobrizo, tan iluminado, que parecía fuego meciéndose al viento del atardecer. El color de su piel era tenue, muy suave, incluso "acariciable", tenía además algunas pecas, que imagino son propias, en ésta clase de mujer, pero que al ser de un aspecto suave, no desentonanaban para nada con su rostro ni con su físico, que si bien era el más "moderado", era el que mejor hacía gala de toda su hermosura.

Ésta mujer poseía unos hermosos ojos azules, que bajo el cielo, se veían como dos zafiros, perdidos en la tierra. Tenía además una cara que al igual que el cabello, hacían juego con su pecas, cara digo, de finos bordes que la hacían lucir tan bien y armoniosa que con el juego de su estilizado cuerpo, para no ser menos, hacían gala de una belleza perfecta, cual guitarra con cuerdas afinadas, de firme vástago que sujeto firmemente al cuerpo, produce aquella melodía deseada, que hasta lágrimas de admiración nos produce al presenciar.

Detalles de ahí para delante sobran, por lo que sólo diré, que por tercera vez mi mente, casi como por un mandato cada vez más esquizoide, me hizo hacerle usar el perfume a ésta dama que acabo de describir, y ahora el impacto, fue sólo comparable con la dicha de un drogadicto, que vuelve a consumir luego de un día y una noche enteros sin hacerlo, pero en sentido inverso; Casi con una perversidad, patéticamente calculada. Esa noche fue diferente; ¡Sí!, esa noche no hubo distancia, no hubo respeto, no hubieron recatos. Esa noche yo la tuve, yo la besé, e incluso la amé. Y fue precisamente el fuego de esa traición la que me hizo recordar a mi verdadera amada por completo. ¡Por completo!, ¡sí!, fue el calor, fue el cuerpo de ésta mujer, ¡Fue el sudor!, que sólo se emana de dos cuerpos en el fragor del sexo; Sí, del sexo, que proviene de dos amantes, que proviene del deseo, que proviene de la enfermedad, que busca una cura, en medio del placer. Si, esa noche fue diferente, todo lo fué, ésa vez no se lo pedí, esa vez yo lo hice, ésa vez yo le puse el perfume en su cuerpo, casi como un exorcista a una endemoniada; Maquinalmente la bañé en ésa pósima mientrás la estaba amando, y ella como una fiera al oler el perfume, cual feromona de animal en celo; Me amó aun más fervientemente, y fue ese último paso, el que de hecho me hizo perder hasta el conociemiento.

Fue el acto en sí y el perfume a la vez, mesclado con sus propias facciones análogas a mi amada, lo que me hizo evocar, mi último y más potente recuerdo. Pude recordar a mi amada gracias a la situación, y gracias a la nudez total de aquella mujer; Su cuerpo en sí, me hizo recordar físicamente a mi amada; Todo su cuerpo. Además me hizo recordar su cabello, de un tono rojizo, pero más oscuro que el de ella, su piel, que al igual que la de ésta mujer, era de un color tenue, con excepción de las pecas, ya que mi amada no las tenía. Además la singularidad de su rostro hacía juego tambíen, y si no hubiera sido por sus ojos, su boca más ancha, o su voz, podría haberla confundido seguramente con mi amada. Sin duda era esa mujer la más parecida, y de hecho fue con ella, que por fin pude recordar a mi amada. Mas ese recuerdo fué aun más violento que el anterior, el dolor de cabeza producido por el rechinar de mis neuronas fue secundado por un mareo tan brusco que casi me hizo vomitar, y creo que lo hubiera hecho, si no hubiera sido por el recuerdo que tenía ante los ojos, y que ahora no iba a desaparacer.

Si un amante es malo en su rol por desmayarse durante el acto sexual, entonces yo soy el peor de todos, pero aquello no me importó en absoluto; Lo único que quería era salir lo más pronto posible de esa situación tan mórbida, que ya casi me tenía ante la locura total, sumido en la más triste de las desesperaciones que amenazaba con destruir lo ya tan anheladamente construido. Con el último recuerdo "in mentis" (Recordándo a mi amada "tal como era"; Una mujer un tanto más baja que yo, de pelo rojo oscuro, de hermosos ojos verdes, piel tenue, labios finos, estilizado y esculpido cuerpo, que entregaba perfecta armonía con su rostro). Ahora, lo único que ahora me hacía falta era dejar todo paralizado, recoger el dinero suficiente, y llevarme mis derechos de fortuna, para poder emprender el viaje, que me traería de vuelta, el más grande de mis objetivos, el reencuentro con mi amada.

Tomé un avión con destino a Madrid, que luego haría una escala en valencia, desde dónde tendría que llegar al destino, donde supuestameste se encontraría mi amada (y he de esperar que durante éstos años de ausencia no se haya mudado). Ese lugar era una locación llamada "Manises" (nombre cual, una vez visto en el muro de mi habitación hacía ya varios años, me prohibí olvidar) a la cual habría de llegar muy probablemente en bus, a pesar de poder llegar con una escala en valencia, en avión.

Con todas las espectativas hechas, y con las esperanzas construidas, volví a emprender el viaje en busca del amor de mi vida; El último paso, ya se estaba dando. Una vez a bordo del avión el viaje duraría unas 7 horas, cosa ahora vaga, luego de haber esperado tanto por aquél momento. Para entonces, mi metódica forma de resolver los problemas aún no había resuelto el gran y último de ellos; El "dar con mi amada". Al principio pensé en buscarla en Manises, valiéndome de mis ojos, una "búsqueda ocular", la cual si fallaba (y que de hecho era casi absoluto que fallaría) daría inicio a una búsqueda en los directorios, para (y por si eso también fallaba) iniciar una búsqueda con las autoridades locales. Durante el viaje, más no me preocupé del tema, no iba a resultar tan difícil como el proceso del recuerdo, y en el agotamiento y la exitación, entremesclados con la sensación de satisfacción por haber conseguido lo primero que quería, caí en un sueño profundo.

El viaje en sí transcurrió normal, llegando sin más novedad a Madrid, ciudad en la cual haría una escala, para seguir hasta valencia, o decidirme para ir directamente a manises en bus, aunque sabía que el viaje sería aun más agotador que hacer una escala en valencia ya que iría "directo", sin escalas, y durante largas e inecesarias horas. Mientras me decidía, y como había programado el viaje para el anochecer (y era aun muy temprano), me puse a recorrer la ciudad para poder visualizar con más calma la imagen hermosa de mi amada. Tenía aun el perfume en mi poder, aunque no lo había olido desde el último recuerdo, y es que pretendía de buena forma, olerlo una vez más pero ya en la piel suave de mi amor. Mientras caminaba por madrid me topé con una tienda en donde vendían gran cantidad de revistas y textos afines, en donde un texto me llamó la atención sobremanera. Una revista hacía mención a unos de sus artículos; "La memoria". Me pareció un tema agradable ("interesante" si se prefiere) para leer mientras estuviera viajando hacia Valencia, punto al cual decidí ir, antes de ir al destino final. No sé porqué, pero había "algo" que me impulsaba ir ahí, antes que a Manises.

Ya en el avión hacia Valencia, sentí otra vez ganas de dormir, y a pesar de haber dormido en el viaje hacia madrid, no iba a hacer daño un sueño, luego de un día entero de trajín, en una ciudad para mí, desconocida. Para tener un descanso más placentero saqué la botellita del perfume, ya que no pude resistir un minuto más, oler nuevamente "su aroma" (el de "ella"), ya que sabía que éste, me entregaría un recuerdo, más puro. Así lo hice, y apliqué un poco de él en mis muñecas, para que la fragancia me acompañara durante el resto del viaje, e hiciera, como ya he dicho, más placentero mi sueño.

Antes de cerrar los ojos me puse a "ojear" el artículo que me había llamado la atención de la revista que compré en madrid. Dicho artículo tenía como título, una locución en latín, célebre por su postulado a la memoria: "Memento Hominis: Memoria minuitor, nise eam exerceas" (Recuerda hombre: La memoria disminuye, si no la ejercitas). En él vi algunas (y por llamarlas de alguna forma) "curiosidades" que me fueron de alguna forma útiles, a pesar de ya conocer varias. He de decir que nuestra memoria tiene dos grandes grupos de "tipos", los cuales se conocen por el nombre de memoria a a corto, y a largo plazo, respectivamente. El problema que me afectó desde el día del terremoto, afectó mi memoria a largo plazo, es decir, olvidé cosas desde ése punto hacía atrás, pero el daño no fué mayor como para seguir olvidando cosas hacia un "largo plazo posterior", ya que si así hubiese sido, no podría ahora recordar nada de lo que he narrado. Mas una parte del artículo me hizo ver (o al mismo tiempo recordar) una realidad que yo casi, (y a pesar de tenerla muy en cuenta) pasé desapercibida en un punto.

Ésta reflexión por unos momentos me dejó algo turbado, e incluso angustiado, porque de ser cierta, echaría por tierra, todos mis esfuerzos de recobrar mis recuerdos, y de recobrar (de paso) a mi amada, ya que sería imposible recuperarla, sin poder siquiera, recordarla. Pero de a poco me tranquilicé, y comencé a desechar ésta última supocición por considerarla exagerada, e "invocando" el recuerdo de mi amada en toda su forma (física y espiritual), cerré los ojos, y nuevamente, caí en un sueño profundo.

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¿Dónde estoy? Ah!, no entiendo nada... Hum! Así deben oler los ángeles... ¡pero!, ¡un momento éste es su perfume! ¿que?, ¿eres tú? ¡¿Eres TÚ?! oh!... Pero, no, imposible! tus labios son más carnosos... ¿Como?, tu piel, es la misma, ese color tenue es el que yo recuerdo... pero, ¡tus ojos! ¿ojos oscuros? ¡tu pelo no era rubio!, ¿que me está pasando?...

Trataré de calmarme... El perfume se sentía por todos lados, ¡oh! Aún la veo, pero, es como si se hubiera transformado, ahora tiene su pelo, es el de ella, ese color rojo oscuro es imposible de olvidar... ¡PERO! ¿piel canela? no, no, ¿porqué? si, esos son tus labios, finos, como los que me gusta besar... ¡pero!, ¡¿qué les pasó a tus ojos?! ¡ellos no eran azules!, pero, ¡tu tienes el perfume! ¡la fragancia única! entonces tu debes ser...

No, ¡NO! era imposible, mi recuerdo no era así... Ahí está otra vez, el perfume está en todo el lugar, pero proviene de ella, una mujer de pelo castaño oscuro, de labios más anchos, pero de ojos verdes, ¡oh!, ¡sin duda!, Esos son los de mi amada ¿Qué me está pasando? ya no logro reconocer su recuerdo... ¿Porqué tienes la piel tan blanca? ¿Porqué tienes puesto su perfume? ¿Acaso eres tú? ¡NO!, ¡ése perfume fue fabricado sólo para una mujer!, nadie más puede usarlo, y fué hecho para recordarme sólo a esa mujer... sólo a esa... a "esa", no, ¡NO! ¿Es a ella a quien me está recordando? Siento una voz que me llama... no, creo que son dos, me hablan al mismo tiempo, un momento, con la sordera temporal no reconocí una tercera voz... ¿Quien me está hablando? ...¿Porqué?... ¿Que son éstas? ¿Lágrimas? ¿Quien eres?, ¿Quien me habla? no son tres voces, son cuatro voces diferentes, y yo creí haber escuchado a mi amada... Siempre recordé su voz, un recuerdo que nunca fue olvidado, pero que ahora, y sin poder evitarlo me es arrebatado. ¡Maldición!, ¡No es justo!... Huelo aun el perfume... ¡EL PERFUME! ¡¿Dónde estoy?! o rayos, parece una pesadilla, ¡Maldita sea! ¡Despierta!... ¡DESPIERTA!.

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Desperté tras ése horrible sueño, y aún estaba en el avión, un sudor frío recorría mi cuerpo desde la cabeza hasta los pies, no podía precisar cuanto tiempo había dormido, ni recordar con exactitud lo que había soñado, fué en aquél momento que recordé el perfume, ya que lo sentía cerca mío, olí mi ropa, y el aroma me llevó hacia mis muñecas, impregnadas en el aroma. Cuando lo olí, el sueño que había tenido hace un instante volvió a y se imprimió en mi mente, ahora despierta, y comenzó a sitiar mis pensamientos, cual gato que sitia al ratón. Comprendí así la gravedad del asunto, y comprendí que lo que decía el artículo y que yo quise rechazar era cierto.


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Otro de los tipos de memoria que existen, es la llamada "Memoria asociativa", en la que se usan técnicas de asociación en forma de "estímulos" que pueden ser visuales, auditivos, u olfatorios. Para explicarlo de forma sencilla úsaré como ejemplo aquellos recuerdos, que son más fáciles de recordar en precencia de un lugar (si ese fuera el caso) en el que ya hemos estado antes, y en el momento de volver a él los recuerdos surgen de forma más rápida y clara, de lo que lo harían, estado en otro lugar. En mi caso, yo usé el perfume, el cual, me ayudó en ciertas "situaciones" y con "ciertas" personas a recordar a mi amada, la cual usaba el perfume y con la cual, era frecuente, encontrarme en ése tipo de "situaciones". ¡Pero para mi desgracia, yo hice un abuso del método! La técnica que supuestamente me haría recordar a mi amada (y que de hecho, lo estaba haciendo al principio) fue la misma técnica que se encargó de sepultar su recuerdo, ¡y he de temer que ahora será definitivo!, porque con cada mujer con la que estuve, también estuvo presente el perfume, que al haber sido fabricado para ser usado "sólo en una mujer", tendría que haberme recordado sólo a "esa mujer", pero ahí está el error; Las tres mujeres con las que estuve, necesariamente tuvieron que usar el perfume para poder entregarme el recuero correspondiente, pero luego de estar con ellas, el perfume ya no me haría recordar solamente a mi amada, sino que desde ahora, me haría recordar a las otras tres cada vez que lo oliera, ¡y ya no podría saber nunca, cual recuerdo sería el concreto!, ¡Ya no podría recordar nunca jamás a mi amada!.

Mi situación era desesperada, tenía una confusión de rasgos y personas infernal en mi mente, y el perfume sólo hacía más engorrosa la situación. Cada vez que lo aspiraba sentía esa lluvia de facciones, que sólo flagelaban, mi ya flagelada mente. Luego de un momento, sentí que algo se deslizó hasta mi pies, miré el objeto, y me dí cuenta que era la revista abierta con el artículo, miré la hoja, y mis ojos se posaron en la parte del título que decía "Memoria minuitor, nise eam exerceas", entonces, acabé por odiarla, ya que por culpa de una sobre ejercitación mía, ahora había perdido el recuero de mi amada, y me encontraba en un viaje, con absolutamente ningún precedente, llendo hacia una tierra desconocida en busca de una persona "desconocida" y con ninguna probabilidad de tener éxito.

Cuando hube llegao a valencia, turbado recorrí la ciudad, con todas mis esperanzas detrozadas, y con el ánimo en el suelo, sin ganas siquiera de seguir hasta manises. Luego de un rato de vagar por Valencia (sin poder precisar cuanto tiempo lo estuve haciendo) llegué a un bar en el que, ya abandonado de toda fe, pedí un whisky, y comencé a fumar un cigarrillo. ¡Y cuál no sería mi sorpresa, al comenzar a sentir el aroma!. Sí, aunque era casi imposible, ¡comencé a sentir el aroma de la fragancia única!, y acto seguido (y a pesar de que el bar a esa hora comenzaba a llenarse) comencé a "buscar" a quien portara la fragancia, convencido de que no podría ser otra persona, que no fuera mi amada; Mas, mi ilusión duró poco, al recordar mi situación.

En primer lugar no había forma de que fuera mi amada, porque yo nunca pude entregarle la receta de la fórmula, la cual estaba enterrada en nuestro árbol, la cual, luego de la catástrofe, desenterré yo mismo, guardándola celosamente hasta el presente. En segundo lugar las botellitas que se puede haber llevado (que hay que decir, eran abundantes) muy improbablemente le iban a durar hasta la fecha indicada, ya que aunque abundantes, no eran eternas. En ése mismo momento un celular sonó en la mesa que estaba justamente dos mesas delante mío, lo contestó una dama, que se encontraba de espaldas hacía mí, la cual, al poner el aparato en su oído, quedó en evidencia su muñeca, ya que la manga de la chaqueta se le habo bajado un poco. Con aquél vistazo recordé que en el avión me había puesto un poco de la pósima en las muñecas, y para comprobar que ése era el olor que sentía, las volví a oler. Efectivamente, aun olían al perfume, pero con mucha menos fuerza de la que yo sentía, porque debo decir, que de todas las fragancias perceptibles, aquella era la más evidente, mas no era la que venía de mis manos; Esa fragancia se hacia sentir desde otro punto del bar. Fue cuando comencé mi "segunda búsqueda" que la dama del celular paróse de su mesa y dejó escapar las únicas palabras que le pude entender, ella dijo de forma muy marcada, como si quisiera que la persona al otro lado del teléfono entendiese muy bien: "Estación palacio del Congreso" y fue ahí que comenzó a retirarse del bar. Mientras lo hacía, pude notar como los hombres del lugar se daban vuelta para conteplarla, y es que debo decir, que era muy hermosa, pero noté además, que más que a contemplarla, ellos se daban vuelta "por olerla", y era que su perfume les avisaba que iba pasando por el lugar, una hermosa mujer.

Cuando salió del bar, fue que dejé de oler el perfume, y ahí recién reaccioné que era ella quien lo llevaba, y que de todas formas era más probable que de todas las mujeres del mundo, fuera mi amada precisamente la que llevara el perfume, porque, o por un lado podía aún conservar alguna botella, o por otro, podría haber logrado hacer copias del perfume, labor no muy difícil, si se tiene una muestra, y se habla con las gentes apropiadas. Si hubiera sido ésta la causa, no habría dejado de darme alguna pena o algo similar, al saber que alguien ya sabía duplicar mi fórmula exclusiva, o que en el peor de los casos, la comerciara, y que muchas mujeres la pudieran usar.

Abandonando toda especulación, traté de abandonar el lugar también, porque si había alguien que me podría dar una respuesta, era esa mujer (¡si es que no era ella misma mi amada!). Mas en el apuro fui detenido por el garzón, quién pensó que me quería ir sin pagar la cuenta, así que perdiendo minutos preciosos, pagué de sobra la cuenta, para poder retirarme de una vez de aquél lugar. Cuando salí, miré en todas direcciones, y fue cuando ella iba llegando al final de la cuadra que la ví otra vez; La reconocí por la ropa que llevaba, corrí con todos mis esfuerzos para alcanzarla y cuando llegué al final de la cuadra, ella ya había cruzado, y a mi me tocó la luz roja, y comenzaron a pasar lo autos; Yo con la vista entre ellos y "mi amada" (que ya estaba convencido de que era ella) no la perdería de vista por nada. En el momento justo antes de que la luz cambiara a verde, pude darme cuenta, y no sé por qué motivo, que ella se dió vuelta hacia atrás, y pude contemplarla "frente a frente", evidentenemente ella no me vió, pero yo si que la ví a ella, y ¡Rayos! tenía el pelo color caoba, y sus ojos, aunque a la distancia, me parecieron grises. Quizás me haya equivocado en ese punto, y bueno, el pelo es teñible de cualquier manera. Como sea, todos sus demás rasgos, en conjunto, me hicieron sentir esa "melancolía" de la que ya he hablado.

Al momento de cruzar y llegar a la otra vereda, ella ingresó en una estación de metro, yo la seguí con decisión, y al llegar hasta las ranuras de los boletos, ella igresó una tarjeta, que son usuales en los usuarios frecuentes de metro, acto seguido siguió su camino hacia los andenes, y yo perdí bastante tiempo en comprar un boleto, ya que en la situación (y como resulta evidente), yo no tenía tarjeta como ella. Cuando estuve por fin llegando a los andenes, la vi con pena, subir al tren (que ya estaba en el andén), y cuando diose vuelta, otra vez pude contemplarla, y si no hubiese sido por su cabello o sus ojos, yo habría asegurado que era mi amada. Inmediatemente después de eso, el tren cerró sus puertas y siguió su camino.

La deseperación me estaba carcomiendo, ahora si que sin duda la había perdido para siempre. Yo había escuchado que ella en el bar dijo el nombre de una estación de metro, la que seguramente era ésta, y por lo tanto, ya no había destino seguro en donde buscarla. Sin esperanzas me dirigí al plano de la metrovía de valencia, y me dí cuenta y con alegría renovada, que me encontraba en la estación "Universidad Politécnica" y que aún faltaban once estaciones hasta la estación "Palacio del congreso" nombre cual, le había oído pronunciar en el bar. Así que esperé el próximo tren y especulando sobre lo que sería mi reencuentro, ya tan esperado (y accidentado si se quiere), reanudé la búsqueda de mi amada, búsqueda cual, ya llegaba a su fin, una vez que llegase a dicha estación, en la cual yo pretendía encontrarla de espaldas, tocar su hombro dulcemente, y llamarla por su nombre, luego de reconocernos, le daría un beso apasionado, ausente ya de toda pena, en la satisfacción del reencuentro...



¡Pero!, ¡Oh! ¡Maldición!... ¡un último detalle que dejé escapar!



¿Cuál era su Nombre?



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KAST 2006. "Memento homo, quia pulvis es et, in pulverem revertis"...