Una historia... "de esas".

Su nombre era S... Durán, muchacho bastante "grande" y no tanto así de altura, más bien de "anchura". Sin ser un obeso Durán tenía un cuerpo macizo, pero muy, muy fuerte, tenía quizás más fuerza que muchos otros muchachos más "grandes" o más musculosos que él, pocas partes de su cuerpo tenía que fueran flojas, a pesar de su no muy exagerada gordura, el cuerpo de durán estaba muy apretado a él, y no era como el común de los tipos a quien la gente suele llamar "guatón" (aunque así muchos le llamaban), e incluso; darle un golpe con el puño en su espalda era como pegarle a una pared, y más le dolía a quien pegaba, de lo que a Durán le doliera el golpe... Él era de personalidad no muy extrovertida, Durán era más bien guardado en lo que a sociedad se refiere, pero en el curso todos lo conocían, y aun le respetaban (sin agregar que posiblemente algunos le temían) y era que se había proclamado "campeón" de la sala en lo que a "vencidas" respecta (lo que aqui en chile llamamos según la jerga "el gallito") y era que nadie había podídole ganar. Su increíble fuerza física le había dado fama y pronto se hizo notar, y ya no por su figura. Ahora Durán tenía un título que dificilmente alguien podría arrebatar (y si es que alguien alguna vez lo hizo, de eso nada sé) Ya que Durán se cultivaba mucho. Era increíble ver a alguien que por puro gusto hiciera sesiones de pesas de 50 kilogramos sin cansarse durante tanto tiempo, viéndome a mi mismo, que no podía levantar siquiera la mitad. Durán con la fuerza de su mano detenía el giro de los taladros, el giro de los desatornilladores eléctricos, doblaba los brazos de los más fuertes de la sala como un mero trámite, trabajaba vigorosamente y sin cansarse en los más rudos trabajos, y no había nadie que pudiera abrirle la mano para que soltara "la piedra", a la cuál había llamado la piedra de mil pesos, ya que dicha cantidad daría al que fuese capaz de arrebatársela, más nadie logró ese "dinero fácil", y es más, algunos bromeaban diciendo que Durán mismo podría sacar la legendaria espada "Excalibur" de la piedra (si no fue él mismo quien la puso ahí...) Pero insisto con ésto... "hay cosas más fuertes que el hombre más fuerte"...

Cierto día (no se cuál exactamente) Durán la conoció, era blanca, muy suave, él decía que al tocarla era como tocar terciopelo, y su aroma deslumbraba, le gustaba mucho sentirla en su "interior" según él nos contaba, mas nadie quizo estar mucho con ella, le habían dado un sobrenombre, el cuál ahora no puedo recordar, pero durán decía que la adoraba, que ahora, ya no podía estar sin ella, que si ella se alejaba de su vida, quizás a él ya no le gustaría más ésta. Al principio nos alegramos de que durán estubiera contento con ella, pero nos dábamos cuenta de que cada vez, le robaba más el tiempo, ya casi no se juntaba con nosotros, faltaba a clases, y cada vez estaba más delgado; "es el amor" decían algunos, pero en verdad era preocupante ese cambio tan abrupto en la vida de durán. Ya casi nos había olvidado, esa tipa pálida (e incluso taimada según algunos) le había lavado el cerebro, y lo alejó de todo, era muy triste ver como nuestro amigo se alejaba cada vez más, y que cada vez que alguien le decía que lo mejor era dejarla, él se ponía muy furioso e incluso amenzaba... Incluso por esto, una vez tubo una riña, pero ahora estaba tan delgado a causa de su niña blanquita, tan débil, tan agotado, que ésta vez Durán perdió, fue derrotado (por no decir humillado), era muy penoso en el estado que estaba, y era penoso recordar, que la fuerza hercúlea que tubo alguna vez, se había ido para siempre... Todo por ella.

Durán no vivió mucho tiempo después de eso, esa chica blanca terminó por llevarlo a la tumba, no se cuál es el motivo que lleva a los hombres a obsesionarse tanto con alguien, con algo... pero Durán fue uno de ellos, uno de los que olvidó hasta sus principios... Todo por la puta pasta...

"Tratar de eliminar ésta pasta base... antes que ésta droga arrase"...

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Kast... 05.