sábado, mayo 07, 2011

El Último Baile.




He llegado a un descanso en el camino,
 En el que puedo ver la luz allá al final, 
A la que llegaré atravesando este largo pasillo. 
Voy tan vestido que me siento desnudo; 
desnudo de libertad, en esta cárcel ambulante 
A la que algunos llaman "atuendo". 


Visto mis atuendos en pena pero con gracia, 
Porque ¿Qué clase de atuendos son estos?
Prosigo, y mientras suelto una carcajada
Y enciendo este cigarro, hecho a mano, 
reflexiono en que el tiempo en el pasillo
No ha de ser corto ni largo,
Sólo será mejor.


¡Adecuándose!
En veces al pensamiento, 
En veces al instinto.
¡Ja! Suelto otra risa.
Por el estremecimiento,
Por el que tantos nos hemos extinto. 


Camino por el pasillo echando humo de mi cigarro,
pensando que al llegar me recibirán bien desde luego,
Escuchando a cada lado horribles gritos de desgarro
Imaginando que a mi entrada me darán el abrazo de Fuegö.
Estoy realizando el último viaje de la mente,
Estoy conquistando los campos elíseos de La Muerte.


Pienso en el abrazo, y que luego de éste incluso,
Podré bailar un tango con ella.
Me detengo ante este asombro iluso,
Pero, ¿Podré bailar un tango con ella?
El aspecto oscuro de este túnel en medio de tierras verdes,
Contrasta infito con el eterno residio de seres inmermes.


En justa medida de mi avance
La luz al final del túnel se hace más grande.
El resplandor de mis ojos ante el todo a su alcance,
Hace brotar de mi ser mil emociones desangradas en balde.
Llego al salón de Fuegö en el que aguardan mis anfitriones.
Se sorprenden mis oídos por lo inefable de sus canciones.


Ella alta, inmaculada; 
Vestida de negro, espera.
El juez a sus espaldas,
Vestido de rojo, nos aguarda.
Mantiene su mirada en mi mirada
Y con mis manos en su cintura, dan comienzo a la balada.


Una música terrible, que entonaba a la vez una melodía muy bella.


Melodías de sangre y mil amores.
De odio y mil rencores.
De amores carnales y pasiones.
"Phalènes Et Pestilence - Salvatrice Averse"
De la obra maestra "La Sanie des siècles", de Peste Noire,
Hace justicia como ejemplo.


Giramos de la blancura a la negrura,
Y de un resbalón, a un condenado y ciego estrépito.
Caigo de bruces a las brasas.
¡Merde, Je n'ai pas réussi l' test!
Al despertar del letargo
Vi a mis anfitriones observando,
Esperando que me uniera.




Cuando abrí los ojos y alcé la vista vi a La Muerte,
Y el diablo esperaba con ella.








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Fuegö, 2011. Micro Epopeyas.

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