miércoles, diciembre 21, 2005

Recuerda, Hombre...

"Memoria minuitor... Nise eam exerceas".
(La memoria disminuye... Si no la ejercitas)
-Voz latina-


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Fue el día más horrible de mi vida, aquél terremoto devastó completamente la ciudad; devastó completamente... Mi vida. No es algo que me enorgullesca recordar, habiendo tantas cosas hermosas de las que si me quisiera acordar; Mas, no puedo. Ya lo sabrán...

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Me es difícil recordarlo todo con claridad, así que trataré de comenzar por el principio. Fue en la perfumería de mi padre donde yo la vi, éramos niños, se suponía que a esa edad no sabíamos nada del amor, pero cuando la vi, supe inmediatamente que la amaba, y algo me decía que ella a mi, también me amaba. Creo que su padre era amigo del mío, pero eso no es de importancia, lo que importa es que esa amistad creó otra, una nueva amistad, con la inocencia por emblema.

Pasábamos todo el día juntos; como nos pusieron en la misma escuela yo podía ir con ella y regresar con ella, para seguir juntos el resto de la tarde. Si, era maravilloso poder contar con tan grata compañía, eso lo recuerdo a la perfección.

Conforme pasaban los años nuestro amor se hizo más grande, y ya no como un amor de niños, no como un amor de amigos, ahora como un amor declarado de amantes; de enamorados. Para celebrar nuestro primer año estando juntos ya como pareja, quise ofrecerle un regalo único, un regalo que sólo ella iba a usar, y que sólo yo iba a poder disfrutar. Como había aprendido de mi padre el arte del perfume, comencé a trabajar incansablemente en crear una fórmula exclusiva, que sólo una mujer podría usar; Mi mujer.

Demoré bastante en crear esa maravillosa escencia, buscando cada ingrediente, mesclando cada fórmula, atrapando cada aroma; tenía que ser perfecta. Cuando la terminé, sabía que había creado el aroma, que revolucionaría mis sentidos, una vez estando, en la piel de mi amada. Cuando obtuve la primera botellita, guardé en una caja de madera de alerce una pequeña porción de la pósima, y una copia de la fórmula, para entregársela a ella, en alguna ocación oportuna. El lugar que elegí fue nuestro árbol, al cual íbamos a jugar cuando éramos más chicos. En la caja en la cuál cuidadosamente guardé aquél tesoro puse además tierra seca, para conservar el contenido por mucho tiempo; no podía estropearse, ese perfume era mi máxima creación, creado para ser usado por mi máximo amor.

Cuando ella lo usaba, su belleza y su aroma se juntaban, probocándome una catarsis de sentimientos, una explosión de pasión y un desenfreno de emociones, que nada podía controlar, y aun así; que yo no quería controlar.

¿Porqué explico todo esto? creo que tendrán suficientes explicaciones en el transcurso de ésta historia, y suficientes razones por lo demás, para seguir leyéndola...

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Cuando llegó la catástrofe, yo no me encontraba con ella, lo recuerdo, porque yo estaba saliendo de una tienda, creo. Todo me es confuso cuando de ese recuerdo se trata. Me puse a caminar para ir a mi auto, cuando comenzó, era el movimiento más infernal que hubiera podido presenciar; el pánico se apoderó de mí, pero traté de conservar la calma, llegué precipitadamente a mi auto, y cuando logré hacerlo partir, y salir a la calle, todo era un caos, mis ojos aterrorizados jamás han vuelto a ver una situación más horrible que aquella, una ciudad derrumbándose como una torre de papel... La gente corría desparramada de un lugar a otro, sin ningún orden visible, los autos casi volaban para salir del caos y en su huida aplastaban a cuanto desesperado se pusiera en frente. Traté de salir del lugar y fué cuando todo se volvió oscuro, no sé si un auto me chocó brutalmente, o si un poste cayó encima del mío, lo claro es que mi día terminó ahí.

Cuando desperté estaba en un hospital, o al menos eso parecía, las paredes agrietadas daban más aspecto de casa embrujada que de hospital, había dolor por todas partes, incluso en mí. Tenía la cabeza vendada, sentía un fuerte dolor en la parte occipital de la misma, y mis recuerdos comenzaron a trabajar esforzadamente para retener alguna imagen; No, no sabía que hacía ahí, me costaba trabajo recordar algo, cuando lo hacía no podía precisar si efectivamente era un recuerdo, o era parte de mi imaginación maltratada.

Al día siguiente hubo más calma, fue ahí cuando recibí respuestas, me contaron lo del terremoto, me dijeron lo que tenía en la cabeza, y me dijeron mi nombre. Cuando supe lo del terremoto recordé lo que les conté hace unas líneas atrás, cuando supe lo que tenía en mi cabeza de mi cuenta de la gravedad del problema, mi memoria andaba mal, muy mal. Y cuando dijeronme mi nombre, pude recordarla... Si; a ella. Fue el recuerdo más hermoso que tuve luego de ese infierno, Y quise ir a buscarla, más no recordaba donde, ni como. Trabajé con mi mente durante toda mi estancia en el hospital para lograr un esbozo de recuerdo, no avanzaba mucho, pero lo que avanzaba me servía, Recordé el perfume; "La escencia única", tan única que me llevaría de vuelta hacia mi amada. Pregunté en el hospital si se habían salvado mis cosas, sabía que en mi bolso tenía una botellita y de recuperarla, el aroma me haría recordar. Si, tenía que recuperar esa botella, tenía que recuperar a mi amada.

Pero no, hay veces que el destino es una porquería, fui ingenuo al pensar que en medio de una catástrofe alguien se iba a preocupar por un bolso, si a penas habían podido sacar al moribundo del interior del auto estrellado.

Estaba atrapado en ese hospital, en esa cárcel que nada bueno me causaba, que sólo desesperación me traía y de nubes llenaba mi mente. Cuando me sentí mejor pude salir al patio, me dijeron que si seguía así podrían darme el alta en unos días. El patio no estaba mucho mejor parado que el hospital, el terremoto había sacado todos los árboles de raiz, y muchos obreros trabajaban laboriosamente por sacarlos de ahí, o incluso, volverlos a plantar.

Mas uno de los árboles quedó en pie, era frondoso, de gran tronco, y de nobles ramas que bien podían sujetar a 10 hombres grandes, el terremoto no pasó por encima de ése árbol, lo respetó, lo dejó en pie. vi a unos niños jugando en él, esa imagen cierta nostalgia me causó, y no sé si por el árbol, o por los niños jugando en él; Quizás eran ambas cosas... Mi memoria no avanzaba mucho.

Pero fue, cuando casi perdía toda esperanza, que lo recordé. En el momento en que los niños realizaban la tentativa de esconder algo a los pies del árbol fue cuando recordé mi propio árbol; Nuestro propio árbol, en el cual hacía un tiempo había escondido una botellita y una copia de la receta de mi pósima del amor. Si, ése árbol era casi tan grande como el del hospital, seguramente había sobrevivido a la catástrofe.

Cuando por fin dieronme el alta, y pude salir a la calle, me di cuenta, y ahora de verdad, de la magnitud del daño, la ciudad estaba desmoralizada; estaba destrozada. Vi el dolor en cada calle en la que caminaba, la muerte a cada paso que avanzaba, el pánico, con cada latido de mi corazón, mi propio pánico al saber que mi amada se encontraba en la ciudad el día del caos, y no saber si había sobrevivido. Mi desesperación aumentaba al no poder recordar con claridad siquiera donde yo vivía, asi que comencé a buscar pistas; Cada casa aunque destrozada que pudiera recordar, cada almacén, cada persona, todas esas pistas, comenzaron a relatarme el camino de regreso a casa. Sabía que si encontraba mi casa, encontraría el árbol, por estar en la parte trasera de la misma. Y sabía que si no encontraba mi casa por estar destrozada, vería de todas formas el árbol, estaba claro, no podía perderme.

Luego de vagar por las calles un día casi entero, me encontré con una mujer que pareció reconocerme, me dió el pésame, y me dijo que lo sentía; Mis padres habían muerto.

La locura casi me invade completamente, además de perder a mis padres, mi casa había desaparecido por completo, lo supe porque la mujer llevóme de vuelta, y pude contemplar la escena. Era más horrible de lo que mi maltratada mente podía imaginar. Me hundí en el más triste de los abandonos, no podía encontrar a mi amada, y mis padres habían muerto. Así que aferrándome a mi última esperanza di un rodeo a los escombros y fue cuando vi la sombra imponente que se dibujaba delante del sol del atardecer, una sombra delante mío, que hacía el ademán de abrazarme en su protección, ahí fue cuando mis recuerdos comenzaron a moverse por instinto, y por instinto también me acerqué a la sombra, y como un niño que abraza a su padre luego de años de ausencia, yo abracé a mi árbol, ahora, mi única compañía.

Luego de permanecer aferrado a él durante unos minutos, sequé las lágrimas que caían de mis doloridos ojos, y casi como si el mismo árbol me lo indicara me puse a remover la tierra que estaba justo debajo de mis pies. Luego de unos instantes de escarbar la tierra con mis manos, y romperme las uñas, ellas se toparon con un obstáculo, algo duro, como la madera de mi árbol, pero más húmedo. Saqué ese obstáculo que me había hecho sangrar los dedos y lo reconocí inmediatamente; era mi cofre, era la llave para abrir la puerta de mi memoria. Cuando logré abrirlo y sacar su contenido, me di cuenta que la tierra que tan diligentemente había puesto para mantenerlo en buen estado, había cumplido su labor a cabalidad, guardé celosamente la receta y procedí a abrir la tapa de la botellita.

Cuando sentí nuevamente ese aroma único el recuerdo que llegó a mí me atropelló en la más brusca de las formas, tan brusco fue que me pareció suave, al deletrear cada imagen en mi mente. Recordé muchas cosas, y las memoricé; resultaba el método, mas no tanto como yo hubiera esperado, aun había algo que no recordaba, y era la forma física de mi amada, me costaba trabajo recordar su figura, su pelo, su color, sus ojos, su estatura, algo me hacía falta, y eso me enloquecía, por que recordaba su voz, recordaba sus pensamientos, recordaba su amor, y recordaba ahora y más que nunca, su perfume. Traté de calmarme, di una media vuelta y entre la oscuridad de la noche vi las ruinas de lo que fuera mi casa, me acerqué a ellas y vi con tristeza que todo había caído, imaginé a mis padres caer ahí también, puse los pies "dentro de mi casa" y aunque estaba oscuro, pude darme cuenta que había una pared que no había caído. Habían pasado ya muchos días desde la catástrofe, la ciudad estaba en reconstrucción y mucha gente se estaba mudando de ahí, las faenas de demolición y reconstrucción aun no llegaban a ésta parte de la ciudad, por lo que pude ver esa pared, casi milagrosamente en pie.

Cuando pude acercarme y apreciarla mejor, (aunque la oscuridad no me permitiera ver los detalles) pude determinar que se trataba de la pared mi habitación, por el sentido que llevaba y la ubicación que tenía con respecto a la calle, (visible ahora, desde cualquier punto de mi casa) asi que como no tenía donde ir, me apoyé en contra esa pared (que como dije era la de mi habitación) y como había estado en movimiento y sin comer nada durante todo el día, el cansancio y la fatiga, hicieronme dormir profundamente.

A la mañana siguiente el sol me despertó, era temprano, y cuando me puse en pie, pude ver los detalles de la pared que la noche anterior, la oscuridad me habían prohibido. ¡Imagínense mi impresión al ver lo que estuvo conmigo toda la noche a mis espaldas!. Cuando vi las letras, supe de inmediato que ella había estado ahí, era su caligrafía, era obio, ¡ella si había sobrevivido!, y al no encontrarme escribió ese mensaje en mi pared, de paso, la única que había quedado en pie. Mas la alegría duró poco, al ver con amargura lo que estaba escrito en el muro:

"Amor mío, no puedo saber desde aquí si has sobrevivido, ésta angustia está matándome y la deseperación por no saber donde estás, se incrementa con saber que nos mudamos de aquí.
Mi familia y yo nos vamos del país, dicen que vamos a españa, a una locación llamada "manises", donde mi padre tiene unos negocios, no se exactamente donde estaremos, ni por cuanto tiempo, pero creo que ellos no quieren volver, tampoco sé si tu has sobrevivido y aun menos si seguirás aquí una vez que ésto acabe, pero te juro por nuestro amor que nunca te olvidaré, y que donde quiera que esté, te estaré esperando..."

Era claro, con mi amada en españa y yo aquí, solo, desterrado, quebrado económicamente, y con un problema en mi memoria, resultaba casi imposible un reencuentro, pero yo no pensaba igual, sabía que si me esforzaba, podría alcanzar nuevamente la cima en el éxito; sabía que si me esforzaba, podría alcanzar nuevamente, la cima de mis recuerdos; y aun, sabía que si me esforzaba, podría alcanzar nuevemente a mi amada, la máxima de mis cimas.

Tenía que empezar de cero, al igual que ésta malograda ciudad, y para hacerlo, no lo haría aquí, ahora comenzaba una historia paralela por llegar a ser otra vez, lo que un tiempo fue, tenía que buscar a mi amada y para hacerlo, necesitaba progresar, asi que decidido abandoné la ciudad, y pasé por cada poblado, estableciéndome a cortos plazos, trabajando en la más variada clase de empleos, para así ganar mis primeros frutos, sabía que si lograba reunir lo suficiente podría comenzar luego a trabajar nuevamente en permfumes, el mejor arte que pudiera realizar, y que me regresaría casi, a mi vida anterior.

Fue de esa forma que comencé a escalar, pero el modo en que comencé a recordar mi vida pasada, para acoplarla a mi vida nueva, es algo que no contaré en ésta ocación, pero ya pronto lo sabrán... No lo olviden...


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Kast 05.

6 comentarios:

  1. Holaaa! vaya que texto... Lo del msn era verdad, y vaya si que está bueno. La forma en que tan maravillosamente relatas el hecho, con majestuosidad detallas lo ocurrido. Necesito leer lo que sigue... ahora si que te clavo a la silla... jejejeje.

    Realmente te admiro, ojalá algún día me atreva a escribir así, y lo más importante a relatarlo así.

    Te quiero Mucho escritor súper poderoso! Buenas suerte y cuidese... Beshos y abrashos!

    La fans Nº 1

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  2. oa tu niño...desconectado del mundo siempre te escribo lo mismo...!"ta super wena la HISTORIA...." bueno te dejo un mensajin de pto montt ,,,pq tu querias y eres malo!!!
    chau nu se q maS EScribir

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  3. O sea, qué puedo decir después de leer la historia. Realmente le hace honor al título del blog. Escribes la verdad para que otro crea en tus mentiras. La sensación de soledad es algo que queda, algo que persiste y no se quiere ir cuando leo tu historia. Se agradece.

    Saludos^^

    ps. Gracias por tu comentario en mi blog.

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  4. A todo esto, cosa aparte, ¿cómo lo haces para que aparezca una frase en la barra de opciones (esa dónde salen tus links y entradas anteriores)?.

    Se agradece respuesta^^

    Saludos.

    ps. Ojalá hayas pasado unas felices fiestas.

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  5. buenisimo!!

    siglos q no pasaba x aqui

    pero em encanto, me recordo un par de libros

    ahora a leer lo q viene

    besos

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  6. muy entretenido! Te felicito por todas tus escrituras. Te quiero mucho mi chermito!

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