Libido.

Sexo.


Sexo a cualquier hora. Sin razón alguna. Sexo.


Te toco.


Te toco entera, porque me encanta tocarte.


Sed.


Déjame beber tu sudor; recorrer con mi lengua lo caliente de tu ser.
Ser cartógrafo de tus mareas y descubridor de tus misterios,
Por el sólo placer de tu cuerpo recorrer.


Oler el aroma exquisito de tu sexo.
Quiero inhalar las sales del interior de tu centro.
Perfumarme con tu aroma.
Drogarme, hasta perder el seso.


¡Bañarme en tus aguas sexuales. Impregnarme!


Cubrirme entero con las posiones de tu carne.
Ser parte de tu piel.
Despertar abrazado a las pasiones de tu carne.


Déjame soplar los vellos de tu sexo,
Erizar tus pelos bellos, sin tocarte.
Quiero dibujar las líneas de tu cuerpo.
Rodearte, morderte el cuello.


Ahogarte en un orgasmo duradero.


¡Hacer explotar mil vibraciones!
Mezclando en el aire nuestros vapores y nuestras brisas.
Amarte, cantándote canciones.
¡Ser emperador de tu sexo y conquistarte hasta las risas!


Crear una escultura en las arrugas de la cama.
Crear melodías con tus gemidos de placer.
Beberme tus fluidos para saborear así tu alma.
Dejar en tu interior otro recuerdo de mi ser.


No basta una noche para llegar al amazonas,
Me iré a perder en tu selva, húmeda y calentona.


No llega aún la hora del encuentro para verte,
No me digas "impaciente", si sabes que quiero tenerte.


¡Tengamos sexo jadeante!
De ese sexo caliente y excitante.


Y no me tomes por grosero,
Porque al contrario soy sincero:


En nuestro sexo yo no espero de tu lengua más palabras,
¡Que me incitan a tragarme de tu lengua hasta las babas!


¡Sí, soy porcino; dime "cerdo", soy cochino!
Adivino tu pensamiento, soy tu dios del vino.
Hagamos de nuestro sexo algo prohibido.
Hagamos de nuestro orgasmo algo divino.


No soy tu amigo; soy tu amante, ando furtivo.


¡Y me complazco! 
A mí nada me da asco,
¡Saboreo tu libido y renazco!
La complemento y en ti me atasco!


Conquisto tus cumbres como alpinista los peñazcos.


Soy un submarino llegando al fondo mismo.
Soy un buzo táctico en lo profundo de tu abismo.
Que tiemblen las paredes como en un sismo,
¡Que reclamen los vecinos con su envidia y su cinismo!


¡Voy a clavarme, como una astilla en tu carne!
Y voy a amarte. ¡Follarte!, ¡Hasta hervirte la sangre!


Átame las manos,
Amordázame a tu lado.
Realiza tus fantasías sin cuidado.


¡Félame-el-falo, házme tu esclavo!


¡Taládrate a mi sexo,
Tala el árbol que ha crecido!
¡Apriétame a tu pecho,
Descubriendo los rincones y fronteras de tu libido!


Y mi libido.




*****




Fuegö, 2011.


"La inspiración nace igual que la calentura. Esto es, en cualquier momento y en cualquier lugar. "Libido", fue escrito una noche de otoño en cuaderno universitario. A bordo del metro de Santiago."